Se puede utilizar también la naranja, mandarina, pomelo o lima, pero preferiblemente se ha de usar el limón. En un recipiente de cristal se coloca el limón troceado y se llena el recipiente con agua caliente. No echar agua hasta llenarlo, sino que algo más de la mitad del recipiente. El recipiente se introduce en el microondas y se pone a cocer durante 5 minutos.

Mientras está cociendo, el mal olor debería de ir desapareciendo por la acción del limón. Si el olor persiste al finalizar la cocción, se pone de nuevo en marcha el microondas con el recipiente durante 1 o 2 minutos más.

Se ha de insistir hasta conseguir que el mal olor desaparezca.

Si el olor está localizado en una zona, una limpieza con agua y vinagre es excelente como paso previo a la limpieza definitiva. Existen en el mercado vinagres específicos para la limpieza del hogar y los cuales son más aconsejables usar para este tipo de trucos. El principal motivo es la ausencia de residuos al secar la zona sobre la que se aplicó.